sábado, 18 de junio de 2011

Proceso de Evaluación y Acreditación de Nuestra Facultad…Que es esto?

Antecedentes y Descripción del Proceso:

Hablar de Evaluación y Acreditación, nos remite indefectiblemente a la Ley de Educación Superior (LES) que impuso el gobierno menemista en el año 1995 y que todavía sigue vigente. Fue el instrumento principal, junto al ahogo presupuestario, de su política de destrucción de la educación y la universidad pública. La LES fue producto de los acuerdos del gobierno de Menem con el Banco Mundial a efectos de introducir profundas transformaciones en la universidad argentina.

Entre otras cuestiones, la norma impone que las carreras consideradas “de interés público” (como la nuestra) cumplan con la obligación de “acreditar” periódicamente, de acuerdo a ciertos estándares de evaluación fijados por el Ministerio de Educación (Concretamente, se evalúan las funciones de docencia, investigación y extensión, y la gestión institucional) Esta tarea se encuentra bajo la responsabilidad de la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria). Asimismo, la CONEAU está encargada de determinar parámetros como los contenidos mínimos o la carga horaria de las carreras reguladas.

La primera fase del proceso corresponde a la autoevaluación, donde cada universidad debe realizar un informe donde evalúe la situación de las carreras a acreditar. El informe resultante pasa a manos de un comité de pares designado por la Comisión, que tras hacer las observaciones pertinentes da lugar a la decisión final.

La CONEAU puede determinar acreditar una carrera por 6 ó 3 años, dependiendo de los resultados del proceso de autoevaluación y evaluación por pares, o directamente no acreditarla, caso en que no podrá seguirse dictando en las condiciones actuales. Si la acreditara sólo por 3 años, vencido el tiempo la carrera deberá someterse nuevamente a evaluación para verificar si fueron solucionadas las falencias u observaciones indicadas en el anterior proceso de acreditación.

Interrogantes:

Podemos confiar en el organismo encargado de la acreditación si el mismo se trata claramente de un cuerpo dependiente del poder político con escasa participación académica? Vale aclarar que de sus 12 miembros tres son elegidos por la Cámara de Diputados, tres por la Cámara de Senadores, uno por el Ministerio de Educación, uno por el Consejo de Universidades Privadas, uno por la Academia Nacional de Educación, y solo tres (es decir, una cuarta parte del total) por las universidades públicas.

Si tenemos en cuenta que es el Estado el responsable de que las Universidades Nacionales tengan, entre otras cosas, los recursos mínimos necesarios para cumplir con sus objetivos…no resulta paradójico que el mismo Estado, por intermedio de la CONEAU, pueda decidir que no acredita una carrera por falta de la infraestructura que es su obligación proveer?

Es un dato de la realidad que el 95 % del presupuesto que el Estado Nacional asigna a nuestra Universidad se utiliza en sueldos. Que pasaría entonces, si la CONEAU, nos niega la acreditación por falta de infraestructura? No dejaría obligada a la Facultad a adoptar medidas como la restricción al ingreso, el arancelamiento de los estudios de grado, la búsqueda de financiamiento alternativo por medio del estímulo a la venta de servicios a terceros, la modificación de los planes de estudio para su degradación en beneficio de los postgrados, etc.?

Nuestra Postura:

Históricamente, desde la Franja Morada nos hemos manifestado en contra de la LES y de su “alma mater”, la CONEAU (de hecho, fue a nuestras instancias que se interpuso un recurso de inconstitucionalidad contra la misma para intentar que no sea aplicada en Mar del Plata). A su vez, hemos luchado (y lo seguimos haciendo) por su inmediata derogación y por la sanción de una nueva ley educativa.

Esto no significa que nos opongamos a que se evalúe nuestra carrera, nuestra oposición es al contexto en el cual debe realizarse la misma.

Sin embargo, y tomando como base los principios democráticos en los que se inspira nuestra agrupación, hemos decidido no adoptar ningún tipo de medida hasta tanto no sean escuchadas las voces de todos los actores de la comunidad universitaria, principalmente, la de los estudiantes que representamos.

Entendemos que las decisiones que se tomen en el marco de este proceso no pueden depender exclusivamente de lo que piensen las autoridades de la Facultad, el Centro de Estudiantes o una agrupación opositora al mismo. Las decisiones deben ser un corolario de un largo proceso de debate interno, que incluya asambleas estudiantiles, plesbicitos (verdaderos, no los que acostumbra hacer la actual conducción del Centro), discusiones intra e interclaustros, etc.

Por lo dicho, es que convocamos para el mes de agosto (junto a las demás agrupaciones) a asamblea estudiantil, para generar un proceso se debate amplio, serio, maduro, democrático y tolerante a fin de decidir cual va ser el mejor destino para nuestra carrera.

Franja Morada

Psicología

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